domingo, 11 de julho de 2010

¡Fúria!

Eso no ocurrió en una plaza de toros, tampoco estaba en las Ramblas con Gaudí, o cerca de los molinos de Don Quijote. No era el finestere, o en los caminos que conducen a Santiago. Fue en la cuna de la civilización que la fuerza del fútbol español insistió en proponerse a brillar en la galería de campeones del mundo. Brasil no ha ganado la Copa Mundial de Fútbol, pero nuestros hermanos españoles lo hizieran. ¡Fuerza Furia!, fue el mensaje que envié a todos mis amigos en España después de la derrota del primer partido. Bienvenidos a los campeones del mundo! es lo que los digo ahora. ¡Saludos!


Hoy, el mundo del fútbol es amarillo y rojo.
Nos encontraremos en 2014, bajo la sombra de los "morros" de Río de Janeiro.


¡OLÉ!

*Como dizem os norteamericanos, excuse my french.

Isto não aconteceu em uma Praça de Touros, tão pouco foi nas Ramblas de Gaudí, ou próximo aos moinhos de vento de Dom Quixote. Não foi no finestere, ou nos caminhos que levam a Santiago. Foi no berço da civilização que a força do futebol espanhol insistiu e propôs-se a brilhar na galeria dos campeões do mundo. O Brasil não venceu a Copa, porém nossos irmãos espanhõis o fizeram.  Força Furia!, foi a mensagem que enviei a todos meus amigos da Espanha depois da derrota na primeira partida. Bem vindos Campeões do Mundo! é o que lhes digo agora. Saudações!
Hoje, o mundo do futebol é amarelo e vermelho.
Nos encontraremos em 2014, sob a sombro dos morros no Rio de Janeiro.
OLÉ!

Um comentário:

Anônimo disse...

EL MUNDO AL REVÉS
Nunca pude imaginar que el cambio climático pudiese alterar tantas cosas. Puedo entender que el nivel de los océanos llegue a subir unos cuantos centímetros o incluso que desaparezca la Antártida. Y también comprender –si alguien me lo explica despacio-, que tenga consecuencias tan extrañas como que los pingüinos caminen en dirección contraria al mar. Seguro que ha influido también en muchas otras cuestiones que jamás podríamos suponer.
Pero lo que ya no me cabe en la cabeza es que Brasil quedase eliminada esta vez en cuartos por un equipo de leñadores holandeses. Y mucho menos que nosotros llegásemos a “campeonar” en una Copa del Mundo en la que históricamente hemos hecho el ridículo más absoluto.
Marcelo: recordarás que hace un año, escribías en tu primer blog sobre la esperanzadora liberación de unos cuantos complejos que acompañaban a los brasileños desde tiempo inmemorial, y que yo comentaba algo sobre el reconfortante optimismo que siempre he palpado en tu país.
Ahora mismo, España está sumergida en una crisis económica brutal y Brasil, (felizmente) disparado hacia la recuperación definitiva. Nuestro presente es triste y nuestro futuro, -como mínimo-, es inquietante. Antes, vosotros teníais el consuelo de ganar campeonatos mundiales de fútbol. Y ahora, el cambio climático ha propiciado en 2010 que a los españoles nos quede al menos esa alegría temporal del fútbol. Nuestro país todavía no se lo cree, pero la “segunda feira” nos recuerda la realidad.
Estaba sicológicamente preparado para nuestra habitual eliminación en cuartos y para “torzer” –como siempre- por el equipo de Brasil y su sexta estrella en la “canarinha”. Al final, como decía Freddy Mercury, “we are the champions… of the world”. Nos veremos en 2014 en Río y espero, por supuesto, una final Brasil-España, con prórroga e incluso penalties. ¿El ganador?, ejem, sería bonito que en el momento del lanzamiento decisivo de Nilmar, un corte de energía eléctrica apagase todas las luces del Maracaná y el público concurrente, españoles y españolas, brasileiros y brasileiras se entregase a una especie de carnaval desmadrado que incluyese una tremenda orgía a oscuras…, todo motivado por el cambio climático, claro.
(O Amado).